Cómo elegir una bombilla LED para ahorrar en la factura de la luz

Cuando uno se plantea ahorrar en la factura de la luz, además de realizar un consumo responsable, disponer de productos eficientes es parte importante de la ecuación. Si nos referimos a bombillas, las clásicas de bajo consumo de tipo fluorescentes compactas tienen dura competencia en las bombillas LED.

Cuando acudimos a comprar una bombilla LED y tenemos que escoger un modelo adecuado es habitual que nos surjan dudas al ver su precio. Hay modelos con una gran diferencia de precio y características que debemos tener en cuenta para acertar al comprar una bombilla LED. En Xataka hemos elaborado una guía de compras con los motivos por los que escoger la tecnología LED para nuestras bombillas, así como consejos y puntos clave a la hora de decidir qué bombilla LED comprar.

Por qué elegir una bombilla LED

Dentro del mercado de la iluminación, los tipos de lámparas que gozan actualmente de mejor fama son las bombillas LED. Son modelos considerados de bajo consumo pero que basan su funcionamiento en la inclusión de diodos emisores de luz en vez de ser fluorescentes compactos como las actuales.

Las bombillas LED son en primer lugar modelos más eficientes a la hora de producir luz, contando de media con un 80% de ahorro respecto a las incandescentes, pero también sacando algo de ventaja a las de bajo consumo clásicas. Una bombilla LED de unos 14 W tiene una equivalencia con una incandescente de unos 100 W y una bajo consumo de unos 20 W.

Consumo y eficiencia

      • Potencia: se mide en vatios y es lo que consume la bombilla. En las bombillas LED la correspondencia de potencia y la cantidad de luz que generan no es tan directa como en otras categorías. Cuanto menor sea, menos consumirá la bombilla.

      • Equivalencia en vatios: se trata de la potencia equivalente de una lámpara incandescente con la misma producción de luz

      • Clase de eficiencia energética: como en los electrodomésticos, es una manera visual de conocer cómo de eficiente es una bombilla

      • Eficiencia Lúmen/w: una de las claves de las bombillas LED. Suele situarse entre 40Lm/w y los 90Lm/w, pero debemos exigir al menos 60 Lm/w.

      • Duración y funcionamiento

      • Vida útil: nos indica la cantidad de horas que la bombilla LED funcionará de manera correcta

      • Ciclos de encendido: este número representa las veces que podemos encender/apagar la bombilla antes de que empiece a fallar

      • Tiempo de encendido/precalentamiento: es el tiempo que transcurre hasta que la bombilla alcanza el 60% de su luminosidad. En el caso de las bombillas LED suele ser instantáneo.

      • Factor de mantenimiento (del flujo luminoso): es el porcentaje de flujo luminoso que el fabricante asegura cuando hayan transcurrido las horas de vida útil en las condiciones establecidas. Una cifra de 0.7 suele ser adecuada.

      • Regulable: si vamos a usar la bombilla con un regulador, debemos asegurarnos de que es compatible y así lo indica el fabricante

      • Apariencia

      • Temperatura de color: se mide en grados Kelvin y corresponde al tono de luz de una fuente de luz. Cuanto más elevada sea, más fría y azul se verá la fuente de luz blanca

      • Tono de luz: la definición depende de cada fabricante e indica el tipo de luz que obtenemos con una determinada temperatura de color en lenguaje coloquial.

      • Índice de rendimiento/reproducción cromática: uno de los puntos fuertes de las bombillas LED y que está relacionado con la calidad de la luz. Representa la fiabilidad de la luz en comparación con la luz natural. Se indica en una escala entre el 0 al 100 y cuanto más alta es, más calidad de luz nos proporciona la bombilla LED. Debería ser al menos de 80.

      • Ángulo de luz: es el ángulo de apertura del haz de luz. Según el tipo de iluminación que busquemos (más amplia o más concentrada), así deberá ser este dato.

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